Hace unos diez años decidimos adoptar a dos gatos preciosos. Como si de una historia mitológica hubiesen salido, a uno le llamamos Marlon ( negro como el carbón era y con un carácter de estrella de cine, que te seducía con su mirada) y Lilith ( la primera mujer antes que Eva, que fue rechazada del paraíso, hay toda una historia sobre ella).
Con un año de diferencia los dos se han ido, la casa se ha quedado vacía porque cada uno tenía una personalidad desbordante que los hacía únicos. Me quedo recordándolos, preguntándome cual es el mensaje secreto del universo al hacer este paralelismo entre los dos.
Lecciones de la vida, aceptar que todo tiene sus ciclos, que no estamos aquí para siempre.
Todo esto lo digo triste por no tenerlos pero alegre por haberlos tenido.
Toda esta aventura que se está iniciando con la comida es otra señal de que todo es cambiante, me anima a seguir creyendo que aun hay un montón de cosas buenas por llegar.
La comida está y no está cuando la comemos y a la vez nos reconstruye a nosotros, nos da muchos placeres.
Bon profit a tothom, porque no hay que olvidar en dar mordiscos a la vida, en dejarnos de miedos y tonterías.
Bon profit!
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